Estaba caminando el otro día cuando me encontré con esta morena caliente que llevaba un vestido corto. Parecía estar molesta por algo, así que me acerqué y le pregunté si necesitaba ayuda. Sara Diamante me dijo que estaba de visita desde Italia, pero que había perdido su teléfono que tenía todos sus contactos. Le ofrecí dinero para comprar uno nuevo si estaba dispuesta a mostrarme su cuerpo sexy. Ella estuvo de acuerdo, y después de mostrarme su trasero, encontramos un lugar más apartado para que pudiera hacerme una mamada. La nena curvilínea disfrutó atragantándose con mi enorme polla, y se sentía tan cachonda que me dejó follar su coño afeitado y mojado al estilo perrito. A continuación, Sara me montó como una vaquera y en reversa mientras yo azotaba su gran trasero que rebotaba. Para terminar, la golpeé duro en misionero, luego me masturbó hasta que la rocié con mi semen.