Kjirsten se sorprende cuando entra a su habitación y encuentra a su nuevo inquilino rebuscando en el cajón de su ropa interior, olfateando e intentando robar sus bragas y lo confronta al respecto. Él trata de negarlo o poner excusas, pero ella no lo acepta y trata de que él encuentre una manera de compensarla. Después de un poco de ida y vuelta, él confiesa su intenso enamoramiento por ella y ella decide divertirse un poco, quitándose la blusa y los pantalones, sacando su polla dura y chupando su polla. Él le devuelve el favor después de chupar sus grandes tetas naturales de MILF y le come un poco el coño afeitado antes de agacharse y follársela por detrás, luego como misionero, luego tirando y disparando su corrida por todo su estómago y coño.