Dani olvida que hoy es el Día del Padre, por lo que su padrastro Johnny se decepciona de ella por no haberle hecho un regalo. De repente, Dani se da cuenta de qué día es hoy y se siente tan mal que quiere compensar a su padrastro. Johnny pide una mamada, la única forma en que la madre de Dani podría hacerlo feliz antes de dejarlos. Dani inicialmente se muestra reacia pero pronto descubre los placeres de la polla de su padrastro. Más tarde, Dani va a la habitación de Johnny para una segunda ronda. Para convencerlo, le recuerda a su padrastro un juego que solían jugar cuando ella era pequeña, la excusa perfecta para que Johnny acaricie el hermoso cuerpo de Dani y finalmente golpee su jugoso coño.