En la tienda, Ava fue denunciada por robar alguna mercancía. Ella es tatuadora y necesita suministros para abrir su nueva tienda, pero el oficial Giovanni no puede permitirlo. Cuando la interrogan, Ava no coopera con el guardia de seguridad, le da información falsa y oculta los bienes robados. Giovanni sabe de sus mentiras, por lo que la desnuda y realiza una búsqueda minuciosa de las cavidades. Ahora que Ava está completamente desnuda, el oficial saca la mercancía que robó y le dice que la use, frota un poco de aceite sobre Ava y le ata las manos. Giovanni está dispuesto a dejarla ir esta vez, pero a cambio, ella debe bailar para él y hacerle pasar un buen rato. Ansiosa por partir, Ava acepta el trato y añade un poco de sabor a la mezcla.