Kimmy acaba de tener su tercera cita con su novio, Lucky, y no podría estar más feliz de haberla elegido a ella y no a su hermanastra Avery. Desesperada por hacerlo feliz, quiere hacerle una mamada, pero está tan nerviosa e inexperta que ni siquiera puede ponérselo duro. Al ver su oportunidad de saltar, Avery le chupa la polla como nadie lo había hecho antes, pero Kimmy los atrapa y detiene todo. Avery le dice a su hermanastra que se relaje y se ofrece a enseñarle cómo mamar a un hombre usando a su novio. Avery y Kimmy unen fuerzas para comerle la polla a Lucky en una mamada increíble y un trío aún más guarro, la mejor solución posible a esta situación cachonda.