Liz quiere renunciar a su virginidad en Navidad, pero su padrastro, Mike, no lo acepta. Cuando descubre a Liz enviando fotos groseras, tiene una discusión estricta con ella. Más tarde, Liz descubre que su novio está saliendo con otras chicas y se siente desconsolada. Mike, angustiado por su dulce hijastra angelical, sabe cómo arreglarlo. Si tiene tantas ganas de follar, ¿por qué no perder su virginidad con un chico mayor y con más experiencia? Liz está totalmente de acuerdo y toma la polla de Mike como una campeona. No puede creer lo bien que se siente el coño virgen de su hijastra y con qué naturalidad cabalga la polla. Saben que lo que están haciendo es tabú, pero están entrando en el espíritu navideño de dar y no quieren que termine nunca.