Esta vez hice que la criada más linda viniera a limpiar la casa. Tiene una figura delgada, un rostro hermoso y tiene muchas ganas de trabajar. Le ofrezco algo de dinero para que pueda limpiar desnuda. Al principio, la idea la desconcierta, pero al ver cuánto dinero le ofrecen, se lanza y comienza a quitarse la parte superior e inferior y comienza a limpiar desnuda. No pude contenerme y le ofrecí más dinero para que le hiciera una mamada. Ella no pierde el tiempo y se pone manos a la obra. No sólo recibe un buen salario, sino que también recibe el golpe de su vida en todos los puestos. Hasta que recibe una buena corrida en la cara.