La madrastra Little Puck está harta de que su hijastra Selina Bentz se bese con su novio y deje ropa sucia, incluso bragas llenas de esperma, por toda la casa, pero cuando encuentra un consolador pegado a la pared del baño, es el colmo. Puck localiza a Selina en la cocina y la obliga a chupar el juguete, luego toca a la estudiante universitaria y le mete la tanga sucia en el coño. Selina gana un nuevo respeto por su madrastra cuando Puck le demuestra cómo chupar el consolador, luego las bellezas se lamen antes de que Puck se folle a Selina con el juguete.