El nuevo jefe de Jade, Robby, es un poco duro. Tiene un enfoque poco ortodoxo hacia la tutoría y su presencia es imponente y severa. Aún así, Jade se siente completamente enamorada de su comportamiento asertivo. Nunca antes había tenido un jefe como este, y cuanto más trabaja para él, más cachonda se pone. Cuando Robby inclina a Jade sobre el escritorio y la azota mientras lee una carta, Jade al principio se sorprende. No había manera de que esto fuera apropiado, pero diablos, si su coño no se mojaba más y más con cada azote. Atónita por su nueva atracción por ser la secretaria sumisa en esta extraña relación jefe-empleado, Jade se toca tan pronto como se encuentra sola. Jade se frotó el clítoris, imaginando todas las formas en que podría someterse a Robby y lo bien que se sentiría tener su polla presionada contra el interior de sus paredes vaginales…Jade sabía que tenía que tener la polla de Robby de una forma u otra, pero tenía que descubrir cómo conseguirla. Siendo la potencia que es, Robby no se limitaría a satisfacer los deseos de Jade: necesitaría ganarse su atención y su polla. A medida que su relación se desarrolla, el control de Robby sobre Jade se intensifica y pronto, Robby es todo en lo que Jade puede pensar. Jade intenta hacer algo con Robby. Se inclina y coloca los codos sobre el escritorio de Robby para estar a la altura de sus ojos. Robby se levanta y se coloca detrás de la pequeña y sexy secretaria. Robby levanta el vestido de Jade y le come el coño por detrás. Quiere asegurarse de que esté bien y mojada antes de introducir su polla. Cuando se la folla, Jade siente que la tensión sexual que ha estado acumulando en su mente comienza a liberarse. Es pura felicidad tener la polla de Robby empujada hacia adelante y hacia atrás, dentro y fuera de ella. Los sueños de ser follada en la oficina habían llenado la cabeza de Jade durante días, y su fantasía finalmente se estaba convirtiendo en realidad. Robby se folla duro a Jade, colocándola en varias posiciones y metiéndole la polla tan profundo como puede. Para recompensar a Jade por su dedicación como empleada, Robby bombea su carga caliente en su ansiosa boca. De rodillas, Jade mira a Robby con amor mientras él deja que el semen gotee desde la cabeza de su polla hasta su lengua extendida. Jade se asegura de no perderse ni una gota y saborea cada pedacito de semen que su jefe tiene para ofrecer. Robby y Jade respiran profundamente, bañándose en la intensidad del momento. Después, vuelve al trabajo. Robby tiene grandes expectativas para Jade y esto es sólo el comienzo.