Desde hace un tiempo, el instructor de yoga de Christie’s la regaña por no acertar en las posiciones. Él siempre le dice que su cuerpo está muy tenso y sus músculos muy rígidos y que así nunca podrá relajarse. Robbie, el hijastro de Christie, le cuenta que su novia tenía un problema similar hasta que él la ayudó con una técnica especial de relajación: el sexo anal. Comprometido a ayudar a su madrastra, Robby la lleva a la habitación, saca su polla y la empuja lentamente dentro del culo de Christie. A medida que entra, la milf siente cómo sus músculos comienzan a relajarse, abriendo su culo de par en par para que su hijastro lo meta todo. El alivio de la tensión pronto se convierte en placer, y el culo de Christie salta sobre la polla de Robby, sintiendo esa polla carnosa relajarse. cada centímetro de su cuerpo.