Una noche estaba caminando por ahí cuando me encontré con una dama sexy llamada Nuria Milán. Sospeché que mi novia me engañaba y, como venganza, le pagué a Nuria unos euros a cambio de favores sexuales. Después de mostrarme su hermoso coño, Nuria me acompañó de regreso a mi departamento, donde se arrodilló y me la chupó. Después de una mamada fantástica, la nena de cabello negro saltó sobre mi polla y la montó expertamente en vaquera y al revés mientras yo le daba una palmada en su gran culo hasta dejarlo rojo, y luego abrió las piernas y recibió una follada al estilo misionero. Para terminar, le di la vuelta a la zorra española y la golpeé por detrás a lo perrito hasta que saqué y le eché una carga espesa directamente en la boca.