La hilandera de ojos azules Diana Grace robó el teléfono de una perra… ejem, lo siento, quiero decir que lo “encontró”, y decidió robar también la cita caliente de esa chica, el semental sexy Johnny Castle. Diana no sabe que Johnny no es un compañero de sexo ordinario, sino un cliente muy especial… ¡La diosa del sexo de tetas pequeñas podría haberse encontrado un nuevo trabajo!