La hermosa Mellisandra adora que le masajeen el cuerpo, especialmente después de un largo día de trabajo o antes de unas vacaciones. Le encanta sentirse relajada y fresca y un masaje de cuerpo entero ayuda a lograr ese objetivo a la perfección. Entonces, ella viene al salón de masajes, se quita la ropa y se acuesta en la camilla de masajes esperando que comience la magia del masaje. El tipo masajea la espalda de Mellisandra y comienza a trabajar en sus hombros cuando se da cuenta de que tiene una gran erección. Siente tanta curiosidad que decide comprobarlo con sus talentosos dedos y frota la polla del tipo a través de sus pantalones. Fue entonces cuando el tipo tuvo que detener el trabajo de masaje porque su toque lo excitó al límite. Ambos se olvidan del objetivo principal y juegan diferentes juegos sexuales en diferentes posiciones en la camilla de masajes hasta que Mellisandra consigue que su bonita cara se cubra de esperma.