Lolly Dames llegó a casa después de un día estresante. Necesitaba liberar mucha tensión. Agarró su pequeño consolador de ducha con una ventosa y se dio una ducha sexy. Excepto que ese consolador no funcionó como se esperaba. No estaba en la altura adecuada, la puerta del baño seguía golpeando. Ella simplemente no podía llegar al clímax. Los tiempos desesperados conducen a medidas desesperadas. Llamó a su hijastro Johnny en busca de ayuda. Johnny estaba avergonzado de ver a su madrastra desnuda. Se sintió aún más avergonzado cuando ella le explicó lo que quería de él. No hubo escapatoria. En poco tiempo tenía ese consolador en la mano y lo estaba metiendo y sacando del coño de Lolly. Hasta que le empezó a doler la muñeca. Lolly ni siquiera se había corrido todavía. Agarró a Johnny, lo tiró sobre la cama, le sacó la polla y empezó a follarlo. ¡Folló mucho mejor que su padre! Follaron, follaron y follaron … hasta que él se corrió en su cara.