Mientras que a la esposa de Jessy Jones le gusta darle una mierda por ser perezosa, a su cuñada de visita, Kayley Gunner, le encanta la atención que recibe de él, sus ojos no pueden resistirse a mirar su cuerpo caliente. Kayley le envía a Jessy una foto de su coño furtivo, lo que lo motiva a retirarse a su taller para construir un artilugio para follar (ya que no está recibiendo sexo de su esposa), usando la foto de Kayley como inspiración. Cuando el prototipo de Jessy está completo, lo intenta, y no lo sabrías, se siente casi tan bien como el real … casi. Una curiosa Kayley se asoma a Jessy y cuando el marido avergonzado la atrapa, ella se acerca a él para ver más de cerca su última creación antes de darle algo mejor para follar: ¡su dulce coño mojado!