Es domingo por la tarde y Lana Roy y Emily Mayers están aburridas, por lo que deciden usar el gimnasio de su edificio de apartamentos para sudar el alcohol de anoche. Varios minutos después del entrenamiento, las dos chicas deciden que hay una manera mucho mejor de curar la resaca: el sexo lésbico. Después de besarse un poco y desvestirse, la pareja se engrasa y comienza a jugar con los clítoris del otro. Emily tiene los dedos hasta los nudillos dentro de la caja de Lana cuando son interrumpidos por su vecino Vince, que está buscando hacer ejercicio. entrenamiento aún mejor follando el culo de las dos chicas.